viernes, 28 de enero de 2011

María es el molde viviente de Dios

  • MARIA ES EL MOLDE VIVIENTE DE DIOS



Solo en Ella se formo Dios como hombre perfecto, sin faltarle rasgo alguno de su divinidad y solo en Ella se transformo el hombre perfectamente en Dios.

"Los escultores pueden hacer una estatua o busto perfectos de dos formas: 1. atendiendo a su pericia, a su fuerza, a su ciencia y a la perfección de sus herramientas y trabajos sobre una materia dura; o 2. utilizando un molde.

El primer procedimiento es largo, difícil y expuestos a muchos tropiezos; un golpe desafortunado del cincel o del martillo, basta con frecuencia para echarlo todo a perder.

El segundo método es en cambio, rápido, sencillo, suave, mas económico y menos fatigoso, siempre que el molde sea perfecto y represente con exactitud la figura a reproducir y que la materia utilizada sea maleable y no oponga resistencia a su manejo.

María es el molde maravillosos de Dios; quien se arroje en el y se deje moldear, recibirá todos los rasgos de Jesucristo.

Y esto en forma suave y proporcionada a nuestra debilidad, sin grandes trabajos ni angustias, de manera segura, sin peligros de ilusiones, puesto que el demonio no tuvo ni tendrá jamas entrada donde este María", nos dice San Luis María.

El secreto consiste en encontrar de verdad a la excelsa María para hallar la abundancia de todas las gracias. Según el orden establecido por la Divina Sabiduría, Dios no se comunica de ordinario a los hombres, en el orden de la gracia, sino por medio de María.

Para llegar hasta Dios y unirse con El, es indispensable acudir a la misma persona escogida por El para descender hasta nosotros. Esto se realiza mediante una autentica devoción a la Santísima Virgen María.

 Esta autentica devoción a la Santísima Virgen se expresa interiormente:
  • 1. honrarla, como a la digna Madre de Dios; estimarla y venerarla mas que a todos los santos
  • 2. meditar sus virtudes, privilegios y acciones
  • 3. contemplar sus grandezas
  • 4. ofrecerle actos de amor, alabanza, acción de gracias
  • 5. invocarla de corazón
  • 6. ofrecerse y unirse a Ella
  • 7. realizar todas las acciones con intención de agradarla
  • 8. comienza, continuar y concluir las acciones por Ella, con Ella y para Ella; a fin de hacerlo por Cristo, en Cristo, con Cristo y para Cristo, nuestra meta definitiva

y exteriormente:
  •  Inscribirse en sus cofradías y entrar en sus congregaciones marianas
  • Hacer en su honor limosnas, ayunos y mortificaciones espirituales y corporales
  • Llevar el escapulario, el rosario y sus medallas
  • Rezar atentamente el Santo Rosario, la Salve, el Ángelus, el Magnificat, etc.
  • Adornar sus altares, coronar y embellecer sus imágenes
  • Organizar procesiones
  • Colocar sus imágenes en iglesias, casas, etc.
  • Consagrarse a Ella especial y solemnemente

"Alma querida, hay una gran diferencia entre un cristiano formado en Jesucristo por los medios corrientes y apoyados en su habilidad personal; y otro que enteramente dócil, desprendido y disponible, que sin apoyarse en si mismo confía plenamente en María para ser plasmado en Jesucristo. ¡Cuantas manchas, defectos, tinieblas, ilusiones, resabios naturales y humanos hay en el primero! ¡Cuan purificado , divino y semejante a Jesucristo es el segundo!

Ella es un mundo desconocido a casi todos los mortales.

¡Feliz una y mil veces en esta vida, aquel a quien el Espíritu Santo descubre el Secreto de María, para que lo conozca! ¡Feliz aquel que puede entrar en este jardín cerrado y beber a grandes tragos el agua viva de la gracia de esta fuente sellada!".

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